El 19 de agosto marca el aniversario de uno de los atentados más trágicos en la historia de la ayuda humanitaria: el ataque con bomba al hotel Canal en Bagdad, Irak, que cobró la vida de 22 trabajadores humanitarios, incluyendo al Representante Especial del Secretario General de la ONU para Iraq, Sergio Vieira de Mello. Este acto de violencia, que sacudió al mundo, no solo fue un ataque contra la ONU, sino también contra los principios fundamentales del trabajo humanitario.

 

Cinco años después de este trágico suceso, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución para honrar la memoria de las víctimas y destacar la importancia de la labor humanitaria en todo el mundo. Así nació el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, celebrado cada 19 de agosto, un día para reflexionar sobre la valentía, el sacrificio y la dedicación de aquellos que, sin importar las dificultades, se adentran en las regiones más peligrosas y devastadas del planeta para salvar y proteger vidas.

 

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) rinde homenaje a todos los trabajadores humanitarios que, a pesar de los desafíos y riesgos, continúan brindando asistencia vital a millones de personas afectadas por crisis y desastres en todo el mundo. Este año, la conmemoración no solo recuerda el atentado en Bagdad, sino que también reafirma el compromiso inquebrantable de la comunidad humanitaria global con los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia.

 

Los trabajadores humanitarios se enfrentan diariamente a peligros extremos y condiciones adversas. Sin embargo, su misión de salvar vidas y proteger la dignidad de los afectados nunca se ve comprometida. Su labor es un recordatorio constante de que, incluso en medio de la violencia y la desesperación, siempre hay esperanza y solidaridad.

 

En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, se hace un llamado a la comunidad internacional para unirse en reconocimiento y apoyo a estos héroes anónimos, reafirmando que nunca deben ser objeto de ataques, y que su trabajo es vital para la supervivencia y bienestar de millones de personas en todo el mundo.

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